sábado, 16 de junio de 2007

Espaldarazo

Lo que empieza siendo la respuesta a los mordiscos de la curiosidad de montar un blog; motivada por el buen hacer del Dr. Neikos & Cia, de vez en cuando da alguna que otra alegría.
Así, estaba yo leyendo de nuevo las aventuras y desventuras plasmadas en su blog, y veo que también existe un espacio para los jóvenes "teloneros". Se agradece el espaldarazo, que anima a seguir contando impresiones, razonamientos extraños y mayormente pérdidas de tiempo para los blog-leyentes.
Gracias Dr. Neikos.

lunes, 11 de junio de 2007

Tiempo Perdido...

Un día más a la saca de los pasados. Y parece, encima, que ha sido un día perdido: poca concentración, ninguna conclusión, y, en difinitiva, un día-busca-trabajo, aciago y sin resultados.
Sin embargo, como en otras ocasiones, puede que un buen final apantalle una trayectoria triste. Y es ahora, cuando recuerdo que "nunca el tiempo es perdido" ; frase de uno de esos pocos sabios que cantan.
Y yo al menos, me lo creo. Al final siempre se saca algo en limpio si se observa con la suficiente perspectiva.
Y ya que estamos en el mundo de las creencias, también opino que estos momentos supuestamente de tiempo perdido, están vinculados al egocentrismo. Éste, a veces me recuerda a las pantallas cónicas que a algunas mascotas se les ponen y que inherentemente limitan la amplitud de visión.

Y como nadie es indispensable, salvo para sí mismo, qué más da lo que hagas o concluyas, para el resto del mundo. El egocentrismo cierra el círculo y motiva la valoración de los días, de las acciones, de las conclusiones.

Ha habido que esperar al ocaso para evitar un nefasto vacio de ideas. Menudas gilipondieces.

lunes, 4 de junio de 2007

Niños Prodigio

Esto de ver la tele más de lo que hacía hace unos meses no puede ser bueno. La verdad es que creo que en general lo único que hace es embrutecer más a la gente.
Al menos hoy una serie me ha hecho reflexionar sobre el rechazo social.
Lo cierto es que muchas veces surge el debate sobre el rechazo a inmigrantes, etnias, etc... y a mi entender se presenta como si fuese algo originalmente excepcional, aunque luego se convierta en cotidiano.
La cuestión es que a mi me parece que el rechazo es algo implicito en todos nosotros. Creo que surge del choque que presenta lo diferente.
Pongamos un ejemplo que me resulta paradigmático: los colegios o institutos.
Allí el niño que es diferente, es bombardeado -al menos- con burlas, y gracias varias. Esto lo saben bien los que poseen algún defecto físico o son mas lentos en el aprendizaje. También se lo saben de sobra los niños prodigio, o al menos el típicamente llamado "empollón". Básicamente los que se encuentran en los extremos de lo que en ese momento y lugar, se considera "normal".

¿Pero por qué ese rechazo? ¿Por qué ese sentimiento colectivo? ¿En qué se basa?

No tengo una idea completament fundamentada del tema. Sin embargo, mi amigo Carlos, me comentó (lo que me pareció una revelación). Él planteaba las diferencias existentes en un colectivo, desde el punto de vista de la estadística, y en concreto utilizaba el concepto de distribución gaussiana -aunque yo creo que serviría cualquier distribución más o menos simétrica frente a su valor medio- para explicar por qué en la sociedad se asumen ciertos convencionalismos.
Al final es un poco que se acaba haciendo lo que la mayoría, con carácterísticas, rasgos, gustos y apetencias cercanas al valor medio de la misma, observa como "normal". Por supuesto este valor medio, posee dependecias geográficas, y temporales .
Los pobres que por lo que sea se encuentran en los extremos de la misma, sufrirán algún tipo de prejuicio o exclusión.

Conclusión preliminar previa a la reunión con Morfeo;
a) como principio general: serás más feliz si eres del montón,
b) en particular y tras observación de los valores medios de la gaussiana que define nuestra sociedad: hipotécate las cejas, cómprate un piso-lápida y triunfarás en la vida.

viernes, 1 de junio de 2007

Lost in translation

Esto de ver otra vez la misma película es excelente test de cuan buena la consideras. Lost in translation ha evocado viejos y nuevos estados de ánimo.

Cualquiera que viaje o haya viajado solo a un país desconocido, donde el idioma y la cultura es diferente, sin duda habrá tenido los mismo sentimientos individuales de Murray y Johanson. También estoy seguro que muchos; los colectivos. Y no sólo en los sentimientos, si no que, quizá, también habrán llegado al mismo estado emocional.

¿Cuán lejos debe uno viajar para encontrarse a sí mismo en su completitud?
¿Qué hacer cuando lo cotidiano no tiene cabida en nuevos lugares y nuevas realidades?
¿Acaso lo que das por sentado, puede explicarte lo que no tienes?

Parece que llega la hora de la filosofía y el psicoanálisis barato. Al final siempre queda la misma sensación de cuando bebes demasiado alcohol idem: pesadez mental.

Decidido; me meto en la cama, cierro los ojos y no pienso nada más hasta mañana.